No conocimos a Mariano. Pero sentimos su muerte como la de nuestro mejor compañero. Asesinado por las balas de la escoria social traidora a su clase y títeres de los intereses de burócratas sindicales y empresarios. Otro crimen que no olvidaremos ni perdonaremos. Juicio y castigo a los autores materiales e intelectuales de este infame homicidio.
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